La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha tirado la toalla, en su batalla contra el actual líder del PP, Mariano Rajoy, por presidir el partido en el próximo congreso del partido a finales de junio. Esperanza Aguirre anunció ayer en el programa de de televisión, ’59 segundos’, que no se presentará como alternativa a Mariano Rajoy en el congreso del PP. Con sus declaraciones, y las posteriores disculpas de Rajoy, se cierra una crisis interna en el partido que viene de lejos y que algunos dirigentes del partido han calificado como la crisis más crítica desde la refundación del partido.
Después de que Rajoy se enterara de que Aguirre iría a un programa y temiendo que la presidenta lanzara su candidatura, éste encendió en cólera en Elx y de manera indirecta, sin citarla, la invitó a irse a otro partido si no estaba a gusto en el PP.
Su reacción posterior de hacer ‘las paces’ y aclarar sus palabras después de que Aguirre renunciara a presidir el partido, dan una visión de Rajoy de un político que tira la piedra cuando se ve acorralado y esconde la mano cuando lo ve solucionado. Ya que si la líder madrileña renuncia a presidir el PP él se refuerza al frente del PP, se asegura su elección en el congreso para poder así hacer olvidar que fue elegido a dedo por Aznar en 2003, además de una posible pérdida de influencia política de Aguirre en el partido.
La renuncia de Aguirre se ha producido antes de que se empezaran a contabilizar presuntos apoyos a los candidatos y se constatara el más que probable fracaso de Aguirre ante Rajoy. Ella sin embargo, se excusa diciendo algo cierto, que ella nunca ha expresado su voluntad de presentar su candidatura frente a Rajoy.
Por otra parte, se compara este ‘fracaso político’ con de el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, cuado se vio obligado a retirar, la candidatura de Manuel Cobo para presidir el PP de Madrid frente a Esperanza Aguirre. Pero esta vez, la batalla a sido por el número uno del partido, para ser cabeza de lista y eso da más trascendencia política a lo ocurrido.
El PP ha vivido unos momentos de crisis, lógicos en un partido que ha perdido las dos últimas elecciones, aunque como dice uno de sus dirigentes, el valenciano Francisco Camps, esta crisis parece tener como los cuentos infantiles un final feliz, que puede aportar al partido un nuevo impulso.
Sylvia
